Biblioteca

Libro: Mamá me he parado por dentro

“MAMÁ ME HE PARADO POR DENTRO”

Cómo cuidar el motor interior de tu hijo

Marina Escalona del Olmo 

El niño debe saber crecer sabiendo que hay un espacio de cuidado hacia dentro, de atención a su singularidad y

vulnerabilidad que debe conocer y atender, pero que también hay una atención y compromiso hacia fuera; que debe aprender a estar a la altura de lo que la sociedad o su entorno pueden necesitar de él y le van a pedir, con todo el rigor que esto supone. Educar en las dos vertientes es igual de necesario. Acuérdate de esta frase que parece un trabalenguas: Riega por igual respeto y rigor.

Piensa en qué medida estas dos vertientes están presentes en tu vida y por lo tanto en la de tu hijo.¿qué vas a hacer para cuidarte, crecer y respetarte, y qué vas a hacer para cuidar igualmente el mundo, el planeta o a quien te rodea?.

Es mas que necesario educar en tu hijo habilidades que le ayuden a relacionarse con el dolor de forma constructiva, positiva, creativa, porque este no tiene porque llevar asociado el sufrimiento, aunque no sepamos cuál es la diferencia entre ambos. Para definir ambos términos Jorge Bucay dice: el dolor es el paso por un ligar no deseado, pero el sufrimiento es hacer una carpa y quedarte a vivir en él.

Nuestra conquista, la de los adultos, es pedir y apoyar un sistema educativo flexible: capaz de adaptarse a las necesidades CADA niño y confiar en él . El profesor es el mediador entre su alumno y el saber, y debe tener libertad para hacer su trabajo y alejarse exclusivamente de la tarea de evaluar o medir.

Necesitamos del sistema educativo flexibilidad, confianza y generosidad, para poder aprender a aprender, y dejar de perder enormes cantidades de valor e identidad de cada niño, pues esto es un lujo que ya no nos podemos permitir.

Mostrar cortesía y consideración hacia los demás es como invertir centavos y obtener dólares de ganancia.

Los seis pasos que deben estar presentes en cualquier reclamación o conversación para ser asertivos:

  1. Expongo los hechos con toda la objetividad posible: me has dicho/hecho/propuesto…
  2. Expongo cómo me siento: me ha dolido/asustado/ofendido/ intimidado…
  3. Excuso al otro (no lo juzgo): …aunque creo que esa no era tu intención.
  4. Expongo mi necesidad y mi determinación: pero necesito hacer esto para sentirme mejor/más seguro/tranquilo y me voy a respetar al hacerlo.
  5. Pido con educación: te pido por favor que en el futuro no vuelvas a hacerlo.
  6. Agradezco, dando de antemano que no va a repetirse: muchas gracias.

El primer silencia que tenemos que aprender a manejar los padres es el que se da en la verdadera escucha, algo que necesita tu hijo como el comer. Aldo Civico explica cuatro niveles de escucha:

  • nos limitamos a oír, sin prestar atención.
  • Nos centramos en escuchar, pero poniendo el foco en nuestras propias vivencias: que nos pasa a nosotros en vez de atender que le pasa a él.
  • Escuchamos para encontrar cual es el argumento que nos ayudará a tener razón; a dar respuestas a lo que dice, a encontrar solución. Creemos que necesita un consejo.
  • Aparece nuestro silencia interior y asila escucha consciente, acallando nuestro prejuicios y creencias,  nuestras razones y consejos, para recibir vacíos y desde el corazón lo que nuestro hijo nos está contando.

Trabajar con las manos es hacer hueco en nuestra mente al silencio para darle mayor espacio al corazón.

Texto del sánscrito, Saludo al Alba: !Cuida bien de este día! Este día es la vida, la esencia misma de la vida. En su leve transcurso se encierran todas las variedades de existencia: el goce de crecer, la gloria de la acción y el resplandor de la hermosura. El día de ayer no es sino un sueño y el de mañana es solo una visión . Pero un hoy bien empleado hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Cuida bien, pues, este día!

Proverbio sufi: Dios te respeta cuando trabajas, pero te ama cuando bailas.

Quizás también te interese

No hay comentarios

Deja un comentario