Timeline familiar

Ayer 24 de diciembre de 2017 nos reunimos con nuestros seres queridos para celebrar la Navidad. Es la noche familiar por excelencia donde recordamos a los seres queridos que ya no están y, sobre todo, celebramos junto a los presentes precisamente los valores que nos mantienen juntos.

Esta cena de Navidad ha sido muy especial para mi familia pues a lo largo del año se han producido una serie de acontecimientos que hemos podido sobrellevar y superar gracias a la pasión y perseverancia por vivir plenamente y a la fuerza que nos confiere una familia unida. Es por ello que hace meses decidí embarcarme en un Proyecto Personal que consiste en el TIMELINE de la familia y que ayer le regalé a mis cuatro hermanos y a mis dos hijos.

Debo decir que nos sentimos orgullosos de la familia que tenemos, pues hace ya 31 años que no tenemos padres y a pesar de eso permanecemos unidos gracias a los valores que ellos nos transmitieron. A través de esta línea del tiempo en forma de juego nuestros hijos y nietos pueden conocer algo más sobre cada uno de nosotros y de cómo hemos llegado hasta aquí y así, podemos sentirnos un poco más cerca.

Durante meses he realizado un trabajo de investigación sobre las fechas y fotos más importantes de la familia Montenegro Larrán y sus  miembros: nacimientos, primeras comuniones, bodas, estudios universitarios, trabajos, deportes, empresas creadas,… Así he conseguido confeccionar 300 tarjetas con 2 fotos distintas cada una. Por ejemplo si hablamos del nacimiento, en el anverso iría la foto de la persona cuando era pequeño y en el reverso en la época actual.

Quería compartir esto con ustedes pues me siento orgulloso del resultado final y de la alegría que pude observar en todos los integrantes de la familia, grandes y pequeños, así como del tiempo que pasamos jugando y disfrutando de nuestra historia. En este mundo actual cada vez más digital, el hecho de sentarte a la mesa con todos tus seres queridos e invertir tiempo en conocernos mientras jugamos no tiene precio. Ayer fue de esos días que quedarán grabados en mi retina, pues éramos 28 personas pero realmente sólo existía un sentimiento: orgullo, aprecio, cariño, AMOR.