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Libro: ¿Me hablas a mí?

¿ME HABLAS A MÍ?

La Retórica de Aristóteles a Obama

Sam Leith

En la definición más sencilla posible, la retórica es el arte de la persuasión: el intento de un ser humano de influir en otro mediante palabras. La retórica es el lenguaje en acción. Es lo que convence y engatusa, inspira y embauca, entusiasma y engaña.

Aristóteles escribió Retórica y para él era la prima díscola de la dialéctica y era un techné, habilidad práctica, que se puede enseñar. Aristóteles identificó de forma definitiva las tres ramas de la retórica -deliberativa, judicial y epidíctica- y los tres recursos de la persuasión -ethos, logos y pathos- que se usan en las tres indistintamente.

En la época de Shakespeare la retórica ocupaba un tercio de la educación básica. El currículo de las escuelas consistía en gramática, lógica y retórica, el trivium que se consideraba el fundamento del saber. Constituía la base del quadrivium -aritmética, geometría, música y astronomía- . Las siete materias en conjunto se llaman “las artes liberales”. Así ha estado organizada la educación desde la Edad Media.

La retórica está formada por cinco partes:

  1. Invención

Aristóteles afirma que los jóvenes son impacientes, volubles y propensos a desear, y en cuanto a los deseos del cuerpo son especialmente inclinados a los sexuales e incapaces de dominarlos. Son ambiciosos, pero no les preocupa el dinero y no tienen mal natural sino bueno, porque no han conocido aún muchas perversidades. Son esperanzados…

Los mayores, por el contrario son suspicaces y malhumorados, están amargados por las decepciones y creen pero no saben nada: nunca se lanzan a algo con entusiasmo, sino que se excusan en evasivas. Viven más de recuerdos que de esperanzas, son esclavos del lucro,…

Ethos: la importancia del carácter o mira quien habla.

Logos: sonar razonable. Simon Singh en su libro El enigma de Fermat cuenta una anécdota: un matemático, un físico y un astrónomo viajaban a Escoia en un tren. Poco después de pasar la frontera, miraron por la ventanilla y vieron una oveja negra en el campo.

  • ¡Ajá! ,dice el astrónomo, las ovejas escocesas son negras.
  • No, le contradice el físico, algunas ovejas en Escocia son negras.
  • El matemático ofendido dice: No. En Escocia hay al menos un campo que contiene al menos una oveja que, al menos, tiene un lado negro.

Ley de Godwin, clásico de internet: a medida que una discusión online se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis  tiende a 1.

Pathos: hazles reír, hazles llorar, hazles asentir

Campeones de la retórica I: Satán , el primer maestro de la elocuencia.

  1. Disposición

El manual de retórica más influyente Ad Herennium establece las siguientes seis partes del discurso:

  • Exordio: es donde el orador demuestra su decisión. Se apela de forma directa y fuerte al ethos.
  • Narración: es donde se exponen de forma razonable y ecuánime los argumentos y los hecho del caso en términos generales
  • División: aquí es donde el orador explica en qué coincide con sus oponentes y en. Qué no están de acuerdo.
  • Prueba: exponen los argumentos que apoyan su tesis. Es el momento de excelencia del logos. Existen cinco tipos: leyes, testigos, contratos, declaraciones bajo tortura y juramentos.
  • Refutación: el orador hace añicos los argumentos de sus oponentes. Más logos.
  • Peroración: resume lo precedente, reitera sus argumentos más fuertes y llega a su conclusión. Suele ser el momento en que se apela al patios con más intensidad.

Campeones de la retórica II: Marco Tulio Cicerón, el perro de presa del Foro romano.

A él debemos los cinco cañones clásicos de la retórica: invención, disposición, elocución, memoria y acción; y la noción de que la retórica busca conmover, educar y deleitar. Para Cicerón la elocuencia es la compañera de la paz, la aliada de la tranquilidad y la hija, por así decirlo, de un Estado bien ordenado.

  1. Elocución
  • Decoro
  • Humor
  • Efectos de sonido
  • Control del tiempo
  • Las figuras

Campeones de la retórica III: Abraham Lincoln

  1. Memoria

Para Quintiliano la memoria es el tesoro de la elocuencia. La memoria es la tesorería de las ideas aportadas por la invención…. , el guardián de todas las partes de la retórica.

Santo Tomás de Aquino enunció cuatro preceptos para la memoria: inventar símiles apropiados de las cosas que hay que recordar; ponerlas en el orden adecuado; retenerlos afectuosamente; meditar sobre ellos con frecuencia .

Campeones de la retórica IV: Churchill y Hitler

  1. Acción

Si bien le aparecería deseable que, de las artes de la persuasión, el logos fuera la más eficaz, Aristóteles reconoce la extraordinaria importancia de la acción como otro de los hechos lamentables del mundo.

Ad Herennium divide los registros de voz en tono conversacional (relajado y próximo al habla cotidiano, apropiado para el exordio y la digresión), tono de debate (enérgico y apropiado para la prueba y la refutación), y le tono de amplificación (mueve al oyente a la ira o a la piedad).

La buena acción es cuando lo que dice el orador parece surgir de su corazón. El mejor consejo sigue siendo: sé tú mismo.

Las tres ramas de la retórica

Como decía Aristóteles: las clases de retórica son tres, pues otras tantas resultan ser las de los oyentes de los discursos. Y es que en el discurso se implican tres factores: quién habla, de quién habla y para quién, y es este último, es decir, el oyente, quien determina su objetivo. Y el oyente es forzosamente o espectador o juez, y el juez debe serlo de lo que ya ha ocurrido o de lo que va a ocurrir… por fuerza tienen que haber tres géneros de discursos retóricos: deliberativo, forense y demostrativo.

  • Retórica deliberativa

Francis Bacon: la obligación y la función de la retórica consisten en aplicar la razón a la imaginación para mover la voluntad. La retórica deliberativa está relacionada con el futuro: actuar o no actuar. De las tres funciones que Cicerón atribuía a la oratoria ( instruir, deleitar y conmover), es la última la principal función de la retórica deliberativa, es decir, convencer a a alguien de que crea algo o de que haga algo.

Benjamin Franklin: los que renuncian a la libertad en aras a la seguridad, no merecen ninguna de las dos y acabarán perdiéndolas.

Campeones de la retórica V: Martin Luther King, la fe en los sueños

  • Retórica judicial o forense

Se reriere al pasado. Busca aclarar qué ha ocurrido, por qué y si los actores implicados tenían alguna responsabilidad de acuerdo con las normas morales o con el derecho del país en cuestión.

Campeones de la retórica VI: Barak Obama , la audacia del tropo

  • Retórica epidíctica o demostrativa

Es la retórica del elogio y de la recriminación

Campeones de la retórica VII: El escritor de discursos desconocido

 

P.D.: La foto de la portada es una escultura que se encuentra en el Paseo de Meloneras en el Sur de Gran Canaria, y quería compartir esta foto pues “rinde homenaje a los bares, porque además de su enorme importancia para nuestra economía, sin ellos, no se entendería lo que somos”. Además es en ellos, durante los últimos siglos, donde hemos podido practicar la retórica en todos sus tipos y formas.

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