¿POR QUÉ NO?
Cómo prevenir y ayudar en la adición a la bad word ografía
Alejandro Villena Moya
Podemos hacer un paralelismo entre el sexo y el acto de salir a comer, salvando, por supuesto, las diferencias. Si la finalidad de ir a comer fuera únicamente el placer que nos produce el haber comido cualquier cosa que nuestro cuerpo nos pida, si el objetivo fuese solo la descarga de dopamina que se produjera en nuestro cerebro o el orgasmo alimenticio nos estaríamos perdiendo gran parte de la experiencia. Muchas personas comen con ansiedad y de forma compulsiva y no disfrutan de la comida. Comer bien y sano implica saber elegir: qué, cómo, por qué, con quién y para qué. Experimentar y disfrutar de cada uno de esos momentos hace la experiencia mucho más rica y placentera, si cabe, que el mero hecho de comer. Y no hablemos de la sobremesa. Tener una relación sexual no implica únicamente el orgasmo.
Viktor Frankl: “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio, y en ese espacio se encuentra nuestra libertad”. Solo tienes que encontrarlo.
Debemos apostar por una educación afectivo-sexual basada en los 7 principios éticos de la sexualidad de Félix López: consentimiento, lealtad, vinculación, cuidado del otro, placer compartido, igualdad y salud sexual.
“Las personas podrian aprender de sus errores si no estuvieran tan ocupadas negándolos”. Carl Jung
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